Crítica y Autocrítica
El conjunto
de las notas siguientes son aclaraciones al texto original “¡Contra el escepticismo, construir un partido trotskista revolucionario de la clase obrera!”, publicado en Octubre de 2010 por la Liga Comunista de Brasil. No
consideramos legitimo alterar este documento ya que para nosotros es un documento
histórico suscripto también por organizaciones hermanas como la TMB de Argentina,
originada a partir de militantes que habiendo pasado por el PBCI de Argentina
se vincularon con la LBI. Las siguientes notas por lo tanto reflejan ante todo nuestra
mayor madurez política después de la ruptura con la LBI.
Es necesario
aclarar que producto de nuestra mayor reflexión política hemos llegado a la conclusión
que ya no solo estamos ante una crítica a la LBI si no también ante una
autocritica a nuestro pasado político fundamentalmente en el retraso en
comprender el distanciamiento, que en este pasado teníamos y ahora buscamos
superar, con las mejores tradiciones de lucha del conjunto del proletariado
internacional a cuya síntesis teórica la conocemos nada más y nada menos que
con el nombre de marxismo.
ACERCA DE
LA CRISIS DE 1929
La caída de
la tasa de ganancia llevo al crack de 1929 la superación de la crisis a través del
ciclo de desvalorización y destrucción de capitales en la espiral de crisis y guerras
tuvo su punto culminante en la II Guerra Mundial.
ACERCA DEL
CARÁCTER DE CLASE DEL PT Y DE SUS GOBIERNOS HOY
En una
revisión, desde 2012, nosotros no caracterizamos más a los frentes dirigidos
por el PT que dieron origen a los gobiernos de Lula y Dilma como frentes
populares. Esta descripción corresponde a la etapa en que el PT era un partido
obrero burgués, es decir, hasta finales de los 80’, cuando era posible
establecer una táctica de entrismo y del voto crítico, como proponen Lenin y
Trotsky en relación con laborismo británico o al PS francés. Pero hoy, asignar
un carácter de frente popular a gobiernos significa PT embellecerlas y, siendo
consecuente con ese embellecimiento, hacer entrismo y apoyar electoral, al PT,
como siguen haciendo los oportunistas del lambertismo (OT) y la sección de la
TMI de Allan Woods en Brasil (EMPT). Un frente popular es una alianza de clases
con la presencia de partidos obreros o de partidos obreros burgueses. ¿Acaso el
PT o el PCdoB son hoy partidos obreros o partidos obreros burgueses? ¡Evidentemente
no! Así que de alguna manera asignar un carácter obrero a dichos partidos es
embellecer a ellos. Dilma y Lula son gobiernos
burgueses con características de una “tercera vía” tardía y periférica cuyo
eje, el PT, es un partido burgués con influencia
de masas. Acerca de la caracterización actual que la Liga Comunista hace
que el PT: http://lcligacomunista.blogspot.com.br/2013/05/polemica.html
EL ROL DEL
PROLETARIADO EM LA LUCHA DE CLASES
Cuando nos
referimos al rol del proletariado en la producción estamos lejos del mecanicismo
con su reduccionismo “económico”. Sabemos que la capacidad de la clase de parar
el proceso de producción, con ser fundamental, no es suficiente. Por ejemplo, no
se conoce un solo caso en que los obreros hayan tomado el poder sobre la base
de la huelga general. Es más, las luchas de los últimos años sobre todo en
Grecia, demuestran que en una etapa de atraso de la conciencia ni una docena de
huelgas generales consigue detener a la ofensiva imperialista, lo que solo es posible
a través de una insurrección proletaria bajo una dirección bolchevique. Las
bases materiales para semejante acción del proletariado son incuestionables
incluso en esta época, la de mayor desarrollo armamentista del imperialismo con
sus armas nucleares, biológicas, aéreas, de la información, etc... Las bases
materiales que hacen viable el desplazamiento de la burguesía por parte del
proletariado son sobre todo las relaciones de producción y sociales que se originan
en el modo de producción en que estamos insertos. Así por ejemplo con la necesidad
imperiosa que tiene el capital de plusvalía es claro que no puede haber
burgueses sin obreros mas en cambio es posible – y necesario – el que hayan
obreros sin burgueses.
EL FETICHE
DE LA HUELGA GENERAL, TRADEUNISMO Y MENCHEVISMO
El fetiche
tradeunionista de la huelga general puebla en las ilusiones de muchos
revisionistas como la propia LBI que nutre esas ilusiones de modo funcional a su concepción de partido
menchevique ,adversa a la construcción orgánica de un verdadero destacamento de
cuadros obreros revolucionarios estratégicamente volcados a orientar el asalto
al poder de la clase trabajadora.
PROLETARIADO: ¿ACTOR SOCIAL O SUJECTO DE LA HISTORIA?
No solo el
proletariado es la clase más progresista – aparte de ser fundamental – en la
sociedad si no que sobre todo por sus relaciones de producción y sociales es la
clase que no tiene intereses que defender dentro de la propiedad privada y
aquella clase cuyos intereses históricos bastan para construir un nuevo régimen
social El no tener esto en cuenta y el limitarse a ver al proletariado como una
clase progresista e incluso “la más
progresista” es lo que permite a agrupamientos pequeñoburgueses limitarse a
tener una visión del proletariado como un “ actor social” mas y no como el
autentico sujeto de la historia y por lo tanto el nulo interés en desarrollar
la conciencia proletaria , única forma de que la clase, ya no en sí, si no para
sí, se eleve a la altura de las tareas
que la historia le asigno.
CRITICA A
LA TERMINOLOGIA “NACIONAL TROTSKISMO”
Reconocemos
que el término “nacional-trotskismo” es un contrasentido, y por lo tanto es un autentico absurdo,
solo que en aquellas circunstancias no conocíamos mejor termino para referirnos
a que ellos que solo recuerdan al internacionalismo los días de fiesta.
Hoy podemos
sintetizar todo eso- rescatando la interpretación materialista de la historia –
con el concepto de que si una corriente por mas principistas que sean sus
declaraciones no le da expresión material al programa en los hechos concretos
en sí mismos- más elocuentes por cierto que las palabras- ya hizo abandono de
programa y por lo tanto si cruzo el Rubicon.
CRITICA Y
AUTOCRITICAS INACABADAS
Para
concluir lejos estamos de considerar a esta crítica y autocrítica como un asunto
cerrado Creemos y deseamos, ya que eso significaría seguir avanzando, que con
una mayor experiencia y conocimiento futuro agreguemos y profundicemos más en
este arreglo de cuentas con nuestra herencia política.