¡No a CFK, a la oposición burguesa de derecha y a las burocracias sindicales saboteadoras!
¡Si a una fuerte huelga nacional y a la construcción de un partido verdaderamente trotskista de la clase obrera para imponer una salida obrera independiente y revolucionaria!
A LC reproduz o panfleto da TMB (seção do CLQI) para o 20N em Buenos Aires
El cristinismo, como todo gobierno burgués, ésta haciendo de los trabajadores la principal variable de ajuste para descargar sobre ellos los costos del fin de fiesta del ciclo de los Kirchner. Esto se ve claramente en la erosión de los salarios por vía de la inflación y en las leyes flexibilizadoras como la reforma de las demandas por accidentes de trabajo. En donde el cristinismo no tuvo problema en votar junto a la oposición de derecha – en este caso el macrismo-que tanto condena.
El fortalecimiento de las tendencias a la derechización, aprovechando los recientes movimientos de las capas medias urbanas, solo puede ser revertido mediante una entrada decidida de la clase obrera en la lucha política. Cada conflicto que se dé debe ser aprovechado teniendo en cuenta ese norte estratégico. No por eso hay que sembrar expectativas en las burocracias saboteadoras que si se ponen a el frente de los reclamos es porque en función de sus propios intereses burocráticos hoy están en cierta contradicción con el cristinismo y en el fondo nunca van a abandonar su método de encabezar para descabezar usando los legítimos reclamos de los trabajadores como moneda de cambio frente a el gobierno burgués de turno.
En este sentido es tan reaccionaria la burocracia opositora de el moyansimo como los sectores de la CTA “opositora” hoy enfrentadas con el cristinismo. Mas allá de las diferencias en el discurso que puede haber entre el conjunto de las fracciones burocráticas hoy enfrentadas a el cristinismo todas de hecho deben su razón de existir a su rol de sabotear las luchas de los trabajadores. En este sentido es tarea de los trabajadores de vanguardia aprovechar las contradicciones que hoy tiene la clase enemiga y que se reflejan en las contradicciones de sus agentes burocráticos para organizarse y apuntar a recuperar las organizaciones sindicales, sin caer en tentaciones fraccionalistas fáciles generalmente fomentadas por corrientes que en esencia responden a los intereses de la pequeñoburguesia, expulsando a las camarillas burocráticas de las organizaciones sindicales mismas.
El cristinismo hoy se sostiene solo por la inercia que mantiene en función del asistencialismo que en su momento construyo y ésta en un contexto donde la pérdida de competitividad de la economía semicolonial- que es patética en la desinversión que hubo en esta década en la infraestructura básica –transporte y energía- , ya manifestada en accidentes ferroviarios que cuestan la vida de los trabajadores y en apagones energéticos. Es por lo tanto está perdida de competitividad económica, con su manifestación en el desmoronamiento de la infraestructura, lo que ya le puso fecha de vencimiento a el crsitinismo mas allá de toda capacidad de maniobra política.
El hecho de que crezca la oposición de derecha a el cristinismo y el rol saboteador de las direcciones burocráticas – mas por cierto que las fracciones de la burocracia que hoy siguen aliadas a el cristinismo – no nos debe hacer perder de vista que s el triunfo de los reclamos de los trabajadores, contra la caída de el salario real por vía de la inflación y contra la pérdida de sus conquistas la única vía de frenar a la propia oposición de derecha y superar el carácter burgués cobarde y vacilante de el cristinismo.
No solo en que el cristinismo pueda contener a la derecha deberá cuidarse de poner expectativas todo luchador obrero y popular, sino que también en la política oportunista y que en realidad lleva agua al molino de la propia oposición de derecha que constituye la oposición pequeñoburguesa agrupada bajo el nombre de la “izquierda “ como caso del FIT que de conjunto como en el caso del PO y el PTS se negó a llamar a la clase obrera y la juventud a boicotear a la movilización reaccionaria de las capas medias si no que en caso de miembros del propio FIT como IS (izquierda socialista), y también la CS (convergencia socialista), por fuera del FIT, participaron escandalosamente en la movilización de derecha. Todo esto para la vanguardia obrera debe ser visto como parte de sus tareas de elevación de la conciencia y organización de la lucha para echar las bases de una genuina herramienta política que represente los interese histórico de los trabajadores es decir un partido obrero revolucionario.
¡Por escala móvil de los salarios para que estos no se licuen la inflación y por el 82 % móvil para los jubilados, apuntando a obtener una elevación de salarios y jubilaciones que los hagan equivalentes a la canasta familiar!
¡Por la derogación de la última legislación flexibilizadora dada por el cristinismo – accidentes de trabajo – apuntando a derogar la flexibilización de los 90 que los Kirchner se “olvidaron” de derogar!
¡Por el cese del pago de la deuda externa, contraída por el conjunto de el capital oligopolio y sus representantes, tanto en el periodo de la dictadura iniciada con el golpe del 76 como en el periodo post-dictatorial que hoy deben pagar los trabajadores, para esa forma garantizar un programa de obras públicas que incorpore a los trabajadores desocupados a la producción!