¡Fuera el imperialismo de El Salvador y América Central! ¡Los trabajadores deben confiar ante todo en sus propias fuerzas!
Tendencia Militante Bolchevique (Argentina)
El gobierno de Nayib Bukele fue un importante soporte de la política anti-inmigratoria del imperialismo en la era Trump. Todavía, hoy Bukele cayó en desgracia con Biden-Harris y está entrando en contradicción con el imperialismo estadounidense en América Central acercándose de China. Bukele es un político burgués que paso por el FMLN, siendo alcalde de la capital San Salvador en el 2015, del cual fue expulsado en el 2017 y a partir de ahí se acerca al Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA), con el cual aprovecha el desgaste del bipartidismo constituido por el Frente Martí de Liberación Nacional y ARENA, siendo electo presiden en el 2019y poniendo así fin a casi 30 años de bipartidismo en El Salvador.
Bukele no será el primero ni el último títere del imperialismo a caer en desgracia y volverse contra su amo del norte. En Panamá, el dictador Manuel Noriega, recibió millones de dólares del imperialismo estadounidense, durante 31 años participando en la represión en el gobierno de su país, fue agente de la CIA durante mucho tiempo y estuvo en el ojo del escándalo Irán-Contras durante el gobierno de Reagan. Noriega apoyó las operaciones militares de Estados Unidos contra el Frente Sandinista de Nicaragua y contra el Frente Farabundo Martí (FMLN) en el propio El Salvador. Pero a pesar de esta historia explícita de servicios al imperialismo, Noriega fue derrocado por una invasión militar estadounidense a Panamá en 1989, cuando se descubrió que Noriega estaba jugando un doble juego y, solo desde entonces, fue acusado por los EUA de traficar drogas y armas. Noriega jugó un doble juego porque también mantuvo estrechas relaciones con enemigos acérrimos de Estados Unidos, incluidos Cuba, Libia y Nicaragua. Noriega pasó armas de contrabando desde Cuba y la URSS a los sandinistas, cobrando mucha plata por eso. Noriega vendió miles de pasaportes panameños al gobierno cubano para uso de sus servicios de inteligencia. Cuba también utilizó a Panamá para triangular la compra de computadoras prohibidas por el embargo de Estados Unidos. A cambio, Cuba proporcionó a Panamá armas y asesores militares.
Muy más recientemente, en Guatemala, en el 2015, Pérez Molina, que si bien nada tenía de izquierda, entró en contradicción con el imperialismo estadounidense por proponer la despenalización de las drogas, afectando así los intereses del narcotráfico que se desenvuelven detrás de la "guerra a las drogas". Tal como señalamos en 2018 en un documento. El caso de Pérez Molina en Guatemala es el de otro gobierno que entro en alguna contradicción con el imperialismo más por el contexto internacional de entonces no se acercó al polo ruso-chino.
Hoy en El Salvador cuando Biden-Harris intentan desplazar a Bukele tomo nota de lo que le paso a Noriega, Molina y otros. Para no tener el mismo final, Bukele busca apoyo en China. En el presente China asiste a El salvador con 500 millones de dólares no reembolsables, para un programa de construcción de obras públicas. El carácter no reembolsable del préstamo hace que no tenga que ser devuelto.
El imperialismo estadounidense temeroso de perder influencia en América Central ya avanzo en una campaña contra el elenco gobernante de Bukele, denunciando actos de corrupción.
Bukele aprendió de la experiencia en América Central y el conjunto de Latinoamérica de gobiernos burgueses que tuvieron alguna contradicción con el imperialismo. Así se previno del golpismo judicial como el lawfare (guerra jurídica) como en los casos de Guatemala, Ecuador, Argentina y Brasil, adelantándose el propio Bukele en la “limpieza” judicial aprovechando que había mayoría oficialista en la asamblea legislativa. Esto se concretó a principios de mayo de este año, desplazando al os jueces de la sala constitucional del tribunal supremo de justicia y al fiscal general. Esta maniobre preventiva de Bukele conto con la explicita condena del sector del imperialismo estadounidense representado en el gobierno Biden-Harris.
Hay que señalar que la actitud del imperialismo como dijimos va dirigida a no perder influencia en América Central no solo en El Salvador. En lo inmediato El Salvador seria relevante a el conjunto del Golfo de Fonseca, punto geográfico constituido por un entrante sobre el océano Pacifico conformado en un archipiélago que constituye uno de los mejores puertos naturales del mundo, donde tiene puertos 3 países centroamericanos: El Salvador, Nicaragua y Honduras. La histeria anti – China del imperialismo estadounidense ve una amenaza de China a sus intereses en el Golfo de Fonseca.
Como muestra de los tiempos de decadencia y superación de EUA por parte de China y sus aliados: En Honduras, en 2011, Zelaya sufrió un golpe de Estado del imperialismo liderado por el gobierno del partido demócrata de Obama-Biden, porque coqueteó con Venezuela y el polo euroasiático. El Salvador, 2021, una década después de Zelaya, Bukele coquetea con el mismo polo euroasiático para no sufrir un golpe de Estado del imperialismo. ¡Y todo esto está sucediendo en la región económicamente más frágil de las Américas y más cercana a los Estados Unidos! Área de las Américas (América Central) que constituye el área de domino geoestratégico directo del imperialismo estadounidense.
En plana conformidad con la tradición revolucionaria demostrada por los explotados y oprimidos de El Salvador en los 80’ cuando llegaron a ser un referente de lucha para buena parte de luchadores Latinoamérica y el Mundo. Hay que señalar los límites que puedan tener la contradicción con el imperialismo que hoy manifieste Bukele en tanto dirección burguesa. No tienen que olvidar los trabajadores de El Salvador y América Central la necesidad de ser independiente del gobierno Bukele y del conjunto las fuerzas capitalistas y avanzar en la reivindicación antiimperialista, uniendo las tareas democráticas con las socialistas en un carácter permanente de la revolución, que sea parte de luchas revolucionarias en América Central y el conjunto de Latinoamérica.