Publicamos abaixo a análise de nossa corrente irmã argentina TMB sobre a crise dentro do governo do partido chamado Frente de Todos, devido as negociações entre o presidente Alberto Fernandez e o FMI, criticadas por nós aqui. É interessante destacar que na Argentina ocorre um fenômeno simetricamente inverso à Honduras, mesmo levando em consideração todas as diferenças entre as duas conjunturas e entre as nações. Em Honduras, ocorreu uma rebelião parlamentar pro-imperialista de uma fração de parlamentares do partido Libre contra a presidente recém eleita pelo Libre, Xiomara Castro (ver aqui). Os rebelados se aliaram com a oposição de direita, ao partido do ex-presidente JOH, contra a presidente para tentar impor o então dirigente parlamentar do Libre como mandatário do Congresso. Foram expulsos do Libre. Na Argentina, a rebelião tem um signo de esquerda. A fração kichnerista do partido Frente de Todos, do presidente Alberto Fernandez, se rebelou contra o acordo com o FMI e a aproximação da Argentina com os EUA, movimento de Fernandez que conta com as simpatias de parlamentares da oposição de direita, ligados ao ex-presidente Macri.
Para los marxistas la lucha de clases (aunque sea entre sectores de una misma clase) y la geopolítica se imponen sobre las fronteras partidarias. La renuncia de Máximo Kirchner - que a no dudarlo tiene val de Cristina Kirchner - a la presidencia del bloque de diputados del FDT, marca un distanciamiento del kirchnerismo del gobierno de Alberto Fernández.
El kirchnerismo no quiere compartir con Alberto Fernández el costo político del ajuste que exige el FMI a la Argentina, por más que Alberto Fernández niegue que el entendimiento con el FMI implique un ajuste es obvio que lo habrá, ya el 2 de febrero hubo un aumento del 9% de los combustibles.
Después de una reunión con Sergio Massa, presidente de la cámara de diputados y el que ocupa el rol más pro-estadounidense en la dirigencia del FDT, Alberto Fernández, a su vez, tomó distancia del kirchnerismo, nombrando como presidente del bloque de diputados del FDT al santafesino Germán Martínez.
En medio del ajuste que el FMI exige a la Argentina y la deuda impagable que dejó el macrismo y que Alberto Fernández no investigo, no hay alternativa dentro del capitalismo para la Argentina si no es un aproximamiento decidido al polo ruso-chino que es la carta que busca jugar el Kirchnerismo como parte de su futuro político.
Los trabajadores deber aprovechar las crisis y diferencias que surgen al interior de la propio dirigencia política burguesa para avanzar en sus luchas único medida efectiva de evitar los duros ajustes exigidos por el imperialismo.
El kirchnerismo no quiere compartir con Alberto Fernández el costo político del ajuste que exige el FMI a la Argentina, por más que Alberto Fernández niegue que el entendimiento con el FMI implique un ajuste es obvio que lo habrá, ya el 2 de febrero hubo un aumento del 9% de los combustibles.
Después de una reunión con Sergio Massa, presidente de la cámara de diputados y el que ocupa el rol más pro-estadounidense en la dirigencia del FDT, Alberto Fernández, a su vez, tomó distancia del kirchnerismo, nombrando como presidente del bloque de diputados del FDT al santafesino Germán Martínez.
En medio del ajuste que el FMI exige a la Argentina y la deuda impagable que dejó el macrismo y que Alberto Fernández no investigo, no hay alternativa dentro del capitalismo para la Argentina si no es un aproximamiento decidido al polo ruso-chino que es la carta que busca jugar el Kirchnerismo como parte de su futuro político.
Los trabajadores deber aprovechar las crisis y diferencias que surgen al interior de la propio dirigencia política burguesa para avanzar en sus luchas único medida efectiva de evitar los duros ajustes exigidos por el imperialismo.