terça-feira, 23 de julho de 2013

CRITICA Y AUTOCRITICA en castellano

Crítica y Autocrítica

El conjunto de las notas siguientes son aclaraciones al texto original “¡Contra el escepticismo, construir un partido trotskista revolucionario de la clase obrera!”, publicado en Octubre de 2010 por la Liga Comunista de Brasil. No consideramos legitimo alterar este documento ya que para nosotros es un documento histórico suscripto también por organizaciones hermanas como la TMB de Argentina, originada a partir de militantes que habiendo pasado por el PBCI de Argentina se vincularon con la LBI. Las siguientes notas por lo tanto reflejan ante todo nuestra mayor madurez política después de la ruptura con la LBI.

Es necesario aclarar que producto de nuestra mayor reflexión política hemos llegado a la conclusión que ya no solo estamos ante una crítica a la LBI si no también ante una autocritica a nuestro pasado político fundamentalmente en el retraso en comprender el distanciamiento, que en este pasado teníamos y ahora buscamos superar, con las mejores tradiciones de lucha del conjunto del proletariado internacional a cuya síntesis teórica la conocemos nada más y nada menos que con el nombre de marxismo.

ACERCA DE LA CRISIS DE 1929

La caída de la tasa de ganancia llevo al crack de 1929 la superación de la crisis a través del ciclo de desvalorización y destrucción de capitales en la espiral de crisis y guerras tuvo su punto culminante en la II Guerra Mundial.

ACERCA DEL CARÁCTER DE CLASE DEL PT Y DE SUS GOBIERNOS HOY

En una revisión, desde 2012, nosotros no caracterizamos más a los frentes dirigidos por el PT que dieron origen a los gobiernos de Lula y Dilma como frentes populares. Esta descripción corresponde a la etapa en que el PT era un partido obrero burgués, es decir, hasta finales de los 80’, cuando era posible establecer una táctica de entrismo y del voto crítico, como proponen Lenin y Trotsky en relación con laborismo británico o al PS francés. Pero hoy, asignar un carácter de frente popular a gobiernos significa PT embellecerlas y, siendo consecuente con ese embellecimiento, hacer entrismo y apoyar electoral, al PT, como siguen haciendo los oportunistas del lambertismo (OT) y la sección de la TMI de Allan Woods en Brasil (EMPT). Un frente popular es una alianza de clases con la presencia de partidos obreros o de partidos obreros burgueses. ¿Acaso el PT o el PCdoB son hoy partidos obreros o partidos obreros burgueses? ¡Evidentemente no! Así que de alguna manera asignar un carácter obrero a dichos partidos es embellecer a ellos. Dilma y Lula son gobiernos burgueses con características de una “tercera vía” tardía y periférica cuyo eje, el PT, es un partido burgués con influencia de masas. Acerca de la caracterización actual que la Liga Comunista hace que el PT: http://lcligacomunista.blogspot.com.br/2013/05/polemica.html

EL ROL DEL PROLETARIADO EM LA LUCHA DE CLASES

Cuando nos referimos al rol del proletariado en la producción estamos lejos del mecanicismo con su reduccionismo “económico”. Sabemos que la capacidad de la clase de parar el proceso de producción, con ser fundamental, no es suficiente. Por ejemplo, no se conoce un solo caso en que los obreros hayan tomado el poder sobre la base de la huelga general. Es más, las luchas de los últimos años sobre todo en Grecia, demuestran que en una etapa de atraso de la conciencia ni una docena de huelgas generales consigue detener a la ofensiva imperialista, lo que solo es posible a través de una insurrección proletaria bajo una dirección bolchevique. Las bases materiales para semejante acción del proletariado son incuestionables incluso en esta época, la de mayor desarrollo armamentista del imperialismo con sus armas nucleares, biológicas, aéreas, de la información, etc... Las bases materiales que hacen viable el desplazamiento de la burguesía por parte del proletariado son sobre todo las relaciones de producción y sociales que se originan en el modo de producción en que estamos insertos. Así por ejemplo con la necesidad imperiosa que tiene el capital de plusvalía es claro que no puede haber burgueses sin obreros mas en cambio es posible – y necesario – el que hayan obreros sin burgueses.

EL FETICHE DE LA HUELGA GENERAL, TRADEUNISMO Y MENCHEVISMO

El fetiche tradeunionista de la huelga general puebla en las ilusiones de muchos revisionistas como la propia LBI que nutre esas ilusiones de modo  funcional a su concepción de partido menchevique ,adversa a la construcción orgánica de un verdadero destacamento de cuadros obreros revolucionarios estratégicamente volcados a orientar el asalto al poder de la clase trabajadora.

PROLETARIADO: ¿ACTOR SOCIAL O SUJECTO DE LA HISTORIA?

No solo el proletariado es la clase más progresista – aparte de ser fundamental – en la sociedad si no que sobre todo por sus relaciones de producción y sociales es la clase que no tiene intereses que defender dentro de la propiedad privada y aquella clase cuyos intereses históricos bastan para construir un nuevo régimen social El no tener esto en cuenta y el limitarse a ver al proletariado como una clase progresista  e incluso “la más progresista” es lo que permite a agrupamientos pequeñoburgueses limitarse a tener una visión del proletariado como un “ actor social” mas y no como el autentico sujeto de la historia y por lo tanto el nulo interés en desarrollar la conciencia proletaria , única forma de que la clase, ya no en sí, si no para sí, se eleve a la altura de  las tareas que la historia le asigno.

CRITICA A LA TERMINOLOGIA “NACIONAL TROTSKISMO”

Reconocemos que el término “nacional-trotskismo” es un contrasentido, y por lo tanto es un autentico absurdo, solo que en aquellas circunstancias no conocíamos mejor termino para referirnos a que ellos que solo recuerdan al internacionalismo los días de fiesta.

Hoy podemos sintetizar todo eso- rescatando la interpretación materialista de la historia – con el concepto de que si una corriente por mas principistas que sean sus declaraciones no le da expresión material al programa en los hechos concretos en sí mismos- más elocuentes por cierto que las palabras- ya hizo abandono de programa y por lo tanto si cruzo el Rubicon.

CRITICA Y AUTOCRITICAS INACABADAS

Para concluir lejos estamos de considerar a esta crítica y autocrítica como un asunto cerrado Creemos y deseamos, ya que eso significaría seguir avanzando, que con una mayor experiencia y conocimiento futuro agreguemos y profundicemos más en este arreglo de cuentas con nuestra herencia política.